La comisión de apertura es una cantidad que cobra la entidad financiera al formalizar un préstamo hipotecario, crédito o similar, como compensación por los gastos de estudio, tramitación y gestión inicial del contrato.
Esta comisión suele establecerse como un porcentaje sobre el capital concedido y se liquida en el momento de la firma, incrementando el coste total de la operación.
Es fundamental revisar y negociar la comisión de apertura al solicitar financiación para la compra o reforma de un inmueble, ya que influye en el importe a desembolsar y en la comparación de ofertas entre entidades.