Aplazar es posponer el cumplimiento de una obligación económica o contractual en el tiempo, generalmente solicitando un acuerdo para pagar más tarde de lo previsto inicialmente. En el ámbito inmobiliario, aplazar puede referirse a retrasar el pago de una cuota de alquiler, una hipoteca, impuestos o cualquier otro gasto vinculado a la vivienda o local.
Este aplazamiento suele requerir la aceptación previa de la parte acreedora e implica en muchos casos la formalización de un nuevo calendario de pagos, pudiendo generar intereses adicionales o condiciones específicas según lo pactado en el contrato o por la normativa vigente.